Pese a encierro, fe en Virgen de Guadalupe se mantiene



El año más atípico de la época contemporánea no podía estar finalizando de otra forma que con el festejo más irreal de la Virgen de Guadalupe que hemos visto en Nuevo León y en todo México.

Como cada 12 de diciembre, Día de la Virgen de Guadalupe, muchas iglesias y sobre todo la Basílica, ubicada en la colonia Independencia, deberían estar abarrotadas de feligreses que acuden a rendir culto a la figura de mayor tradición católica en México.

Sin embargo, las medidas sanitarias implementadas por la pandemia no permitieron que ayer por la noche ni hoy se entonaran “Las mañanitas” de manera tradicional, con la fiesta religiosa al exterior de la Basílica y la multitud de creyentes desfilando para pedir o agradecer a la Virgen de Guadalupe.

Y aunque será diferente, para la socióloga y catedrática de la Universidad de Monterrey (UDEM), Anabela Sánchez Martínez, la fe guadalupana no corre ningún riesgo de perderse por el cierre de las iglesias y las limitaciones de la pandemia.

“México es un país más del 80 por ciento católico, muchos son guadalupanos, como tú sabes, la Virgen de Guadalupe es una identidad completamente nacional, aunque la pandemia nos esté limitando la posibilidad de ir, la gente la va a seguir festejando, algunos desde sus hogares”, expresó.

Aunque la especialista señaló que muchas personas podrían respetar las medidas sanitarias, también dejó abierta la posibilidad para que muchos creyentes intenten realizar su celebración en los lugares que serán cerrados, como la Basílica de Guadalupe, debido al nivel de arraigo que tiene la figura en su fe y sus creencias.

Otro indicador que podría ayudar a entender la forma en que se podrían manifestar los católicos este 12 de diciembre, explicó la catedrática de la UDEM, es el hecho de que los ciudadanos no han seguido las indicaciones ni siquiera para cuestiones sociales, como fiestas.

“Estamos hablando de algo que está dentro de sus creencias religiosas, imagínate si la cuestión social no la hemos controlado, seguimos yendo a fiestas, imagínate la cuestión espiritual.

“Yo sí creo que la gente puede no hacer caso, porque la gente no ha hecho caso, yo quiero suponer que el gobierno y las personas responsables van a estar preparadas precisamente para controlar una situación que muy probablemente puede suceder”, dijo.

Aunque el 2020 ya pintaba para ser un año irregular, con la pandemia y las fiestas del 12 de diciembre, la aparición de la figura metálica de la Virgen de Guadalupe en el río Santa Catarina, luego de 10 años de haber sido arrastrada por el huracán Alex, le vino a poner un ingrediente más de surrealismo.

El 30 de julio del presente año fue encontrada la figura en el río Santa Catarina, en lo que fue tomado por muchos católicos creyentes de la Virgen de Guadalupe como un milagro.

Con la figura completamente restaurada y colocada en el lugar exacto del que fue arrancada por la naturaleza hace 10 años, justo en la semana de los festejos de la Virgen de Guadalupe, la gente podría optar por visitarla.

Para la socióloga, las autoridades estatales y municipales deberían estar preparadas para este escenario, tomando en cuenta que el lugar es al aire libre.

“Aunque la iglesia esté cerrada, la gente puede acercarse afuera o al río Santa Catarina, puede ser que muchos vayan ahí, porque como es al aire libre, en teoría es menos problemático, mi sugerencia sería que el gobierno comenzara a organizar una estrategia de control para el río Santa Catarina”, expresó.

Además de que es un lugar al aire libre, hay otro factor que podría llevar a la gente a volcarse al sitio donde está la figura en el río Santa Catarina.

Anabela Sánchez señala que la aparición de la Virgen de Guadalupe y colocación en el río Santa Catarina podría ser interpretada por los más fervientes como una manifestación de la Virgen misma, que obró para ubicarse en un lugar abierto y poder ser visitada.

“La realidad es que son interpretaciones que son mágicas, la otra realidad es que la piedra se está moviendo. Si la gente interpreta que es algo mágico, algo que la misma Virgen promovió para que se le pudiera rendir culto, no habrá manera de que les quites esa idea, es muy difícil, porque las creencias religiosas están muy sedimentadas en su manera de ver el mundo”, explicó.

El catedrático de la UDEM y psicólogo social, Jesús Castillo López, señaló que las limitaciones por los cierres pueden provocar frustración en los católicos, pero dijo que mayormente podría provocar una adhesión hacia su fe.

“Me inclino a pensar que va a traer esperanza y mayor adhesión a la creencia religiosa, la espiritualidad y la religiosidad son dos aspectos que ayudan mucho para la estabilidad emocional de la gente.

“Cuando hay barreras como en este caso el cierre por cuestiones de salud de la Basílica, se incrementa el deseo de estar ahí, se incrementa la fe”, dijo.

Para el especialista, las manifestaciones de personas que busquen entrar a la Basílica de Guadalupe van a ser contadas, por lo que con las barreras y actuar de las autoridades se debe evitar sin problema cualquier situación de descontrol.



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