“Un corredor debe correr con sueños en el corazón”
Emil Zatopek
Muchos comenzamos a correr para corregir, atender o enderezar algún elemento que no se encuentra del todo bien, principalmente relacionado con nuestro estado físico; un ejemplo de ello lo son aquellos corredores que se animaron a correr para bajar de peso. Y cómo no, correr mejora tu salud y permite consumir calorías rápidamente lo que combinado con una dieta balanceada entrega resultados prácticamente de manera inmediata, constituyendo un estado físico mejor cada día a través de la constancia.
¿Pero qué pasa en nuestra mente? La transformación en ella es tan radical o más, que lo que sucede con nuestro cuerpo. Correr nos permite sentirnos mejor y pensar también mejor. Casi todos los corredores que conozco manifiestan que correr mejora su estado de ánimo, les ayuda a disminuir o manejar de mejor manera el estrés y a lograr una mayor concentración cuando los retos así lo demandan. Al correr el cuerpo sufre, sin embargo, encuentra recompensas de corto, mediano y largo plazo. En contraparte la mente, cuando corremos no sufre, encuentra un paréntesis para meditar, reflexionar y divagar. Yo me siento distinto cuando corro y cuando no lo hago. Cuando lo hago, mi estado de ánimo y mi entusiasmo se acrecientan; logro moderar mis emociones y me percibo más paciente. Especialistas coinciden en que correr, permite a nuestra mente procesar información de mejor forma, concentrar nuestra atención con mayor facilidad, solucionar problemas con mayor agilidad y disminuir las distracciones que nos amenazan. El valor de correr para nuestra mente se equipara, según la voz de algunos expertos, con el de meditar. Si te aventuras a correr, sufrirás un poco de dolor físico en principio y lo mismo durante tus sesiones de intensidad. El beneficio físico será el primer incentivo que te mantendrá activo, pero será el bienestar que otorgarás a la forma como sientes y piensas, lo que no te permitirá dejar de correr.
Abastecimiento: En el pasado campeonato mundial de medio maratón, el 80 por ciento de los corredores utilizaron tenis Nike. El dominio de la marca es absoluto.