¿Rugido de ratón?


El asunto del general Salvador Cienfuegos sin duda es algo muy delicado. La versión de que el retiro de cargos por parte de la fiscalía norteamericana fue por petición y presión del gobierno mexicano y en respeto a la soberanía y dignidad de nuestro país, -violada por la investigación sobre el General Cienfuegos-, parece una mala apreciación o acaso fue un “rugido de ratón” que intimidó a las autoridades norteamericanas. Más bien aparenta una decisión política del Presidente Trump, derivado del apoyo actual del gobierno mexicano.

Esto nos parece una decisión inesperada, cuando todavía se festinaba en los Estados Unidos la detención de un personaje mexicano de alto perfil, del cual se decía tener suficientes pruebas para encarcelarlo por muchos años, un pez muy gordo, un ex secretario de la Defensa Nacional, detención que fue considerada como una ventana abierta a la dramática corrupción institucional en México. Sin embargo la fiscalía norteamericana se desistió de las acusaciones, situación de la cual desconocemos los alcances y compromisos…

El General Cienfuegos debe responder ante las autoridades mexicanas y sin duda este caso puede reabrirse si la fiscalía norteamericana así lo considera; pronto llegará un nuevo presidente norteamericano que tal vez hasta pida la extradición del General Cienfuegos.

Porque la desestimación de los cargos no significa que sea inocente, y queda la duda por qué el trato diferenciado para Cienfuegos y no para Genaro García Luna, ¿acaso el nivel del detenido crea dos visiones de la justicia para efectos políticos judiciales?

En Estados Unidos, una vez determinada una acusación, solo en 5% de los casos los cargos fueron retirados en 2019, bajo condiciones muy específicas. Fue por nuevas pruebas exoneratorias, por desistimiento de testigos o por violaciones al debido proceso, asuntos que no se aprecian en este caso.

Por su parte, el juez que lo liberó en Estados Unidos simplemente lo deportó a México. Aquí, por lo pronto, el Fiscal General de la Republica dice tener una carpeta de investigación abierta contra el General Cienfuegos, que según él se complementará con la información que entregará la fiscalía norteamericana. Más le vale tener una orden de aprehensión porque si no, esto puede ser un enorme desprestigio para la Fiscalía mexicana, y ojalá que no retire también los cargos, de otra manera esto no sería un triunfo de nuestra soberanía, sino un duro lastre para la cuarta trasformación.

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