Hoy se estrena la primera temporada de Selena en Netflix y estoy convencido de que va a ser un fenómeno nacional e internacional.
¿Por qué? Porque contrariamente a lo que muchos pensarían, es una historia ideal para las familias de todo el mundo en estos tiempos tan complicados.
Por fin estamos dejando de hablar de un asesinato, de un chisme, de un escándalo.
Selena es la historia de una mujer como hay millones en la actualidad, de una muchacha de papá y mamá que trabajó desde muy pequeñita no para cumplir sus sueños, sino para dejar de tener hambre.
Selena es la historia de una mujer que se empoderó, que se debatió entre dos culturas, entre dos épocas, que aprendió a observar al público; una víctima de la violencia.
¿Así o más necesaria? ¿Así o más actual? Los mexicanos vamos a amar esta serie. Los estadunidenses, más. Pero esto, cuando llegue a países como Indonesia, Corea, China y la India, va a ser una locura.
Estamos ante la serie de la resiliencia, ante un producto que nos remite a los orígenes de muchas cosas hermosas incluyendo las mismísimas telenovelas.
¡Qué actuaciones de Christian Serratos (The Walking Dead), de Ricardo Chavira (Desperate Housewives), de Gabriel Chavarría (The Purge) y de muchas estrellas más!
Qué dirección de Hiromi Kamata (Historia de un crimen: Colosio) y qué privilegio el de poder escuchar las canciones originales desde el mero, mero principio.
Lo único que le pido es que, cuando la vea, aprecie los valores creativos y de producción que hay detrás de esto.
Por lo que más quiera en la vida, luche de verdad con todas sus fuerzas por verla, por gozarla y por homenajear a esta inmensa estrella que se adelantó a su época.
El estreno es hoy, en Netflix, y el fenómeno no se va a hacer esperar. De mí se acuerda.
alvaro.cueva@FGTelevision.com