Para el 22 de octubre el Comité Judicial del Senado de Estados Unidos votará sobre la jueza ultraconservadora Amy Coney Barrett, quien fue nominada por el presidente y candidato a la reelección, Donald Trump, para que ella cubra el cupo vacante en el Tribunal Supremo de ese país.
Esto fue definido luego de que el lunes comenzaran las entrevistas de los representantes públicos a la jueza, un hecho que desde un principio los demócratas buscaron que aplazara después del 3 noviembre, fecha en la que se estableció la elección presidencial de Estados Unidos.
La elección de los senadores se dará 12 días antes de los comicios en el país y a casi un mes de la muerte de la jueza progresista Ruth Bader Ginsburng, donde Coney Barrett espera ocupar el cupo dejado tras el fallecimiento.
Fue el presidente del Comité, el senador republicano Lindsey Graham, quien convocó una votación para ese día, pese a la queja del demócrata Richard Durbin.
Las reglas del Comité requieren que al menos dos miembros de la minoría demócrata estuvieran presentes durante la votación, y Durbin era en ese momento el único representante de su partido que asistía a la sesión, hasta la llegada poco después de Richard Blumenthal.
Finalmente se llevó a cabo la votación, con la participación de Durbin y Blumenthal, y con el apoyo de la mayoría republicana se decidió la convocatoria de la consulta definitiva en el Comité para el próximo jueves a las 13:00 horas locales.
Dicha aprobación debe preceder al debate y votación sobre la confirmación final de Barrett en el pleno del Senado, donde los republicanos tienen también mayoría.
Barrett, católica y de 48 años, comparece desde el lunes ante el Comité Judicial para, a preguntas de los legisladores, exponer su visión legal respecto a temas tan controvertidos como el derecho al aborto y al voto, así como el futuro del Obamacare, la reforma sanitaria del predecesor de Trump, Barack Obama (2009-2017).
Los conservadores consideran que la probable confirmación de Barrett en el pleno de la cámara será una «victoria histórica» para quienes se oponen a aborto en Estados Unidos.
«Esta es la primera vez en la historia estadounidense que hemos nominado a una mujer que sin sufrir vergüenza es provida y abraza su fe sin disculpas, y va a ir al Tribunal (Supremo)», auguró Lindsey Graham en la sesión de este miércoles.
Barrett no obstante ha evitado responder a las preguntas constantes por parte de los demócratas sobre cuál será su opinión si se presenta un caso relacionado con el aborto, aunque ha dejado claro que se opone a este derecho.
OMZI