Hoy, por primera vez en 23 años, no voy a escribir una crítica de Teletón. Voy a hacerle una crítica al pueblo de México, a nuestros empresarios, a nuestros políticos.
¿Por qué? Porque lo que ocurrió el pasado fin de semana fue un acontecimiento histórico que va más allá de los medios de comunicación.
Seamos sinceros: las cosas nunca habían estado tan mal. Todos hemos perdido a alguien, todos nos hemos enfrentado a la muerte, hemos experimentado el dolor, el terror, las ausencias.
Jamás nuestros corazones habían estado tan heridos, tan enojados, tan desesperados.
Pocas cosas pueden ser más hirientes, más molestas, más imprudentes que, en medio de esta crisis sanitaria, que en medio de esta crisis total, aparezca alguien y nos pida dinero.
Bueno, pues apareció Teletón, y esas mamás, esos papás, que a diario batallan para darle de comer a sus hijos, esos empresarios que ya no saben cómo hacerle para no seguir corriendo gente y esos políticos que ya no confían en nadie para otorgar los pocos recursos que les quedan, no se tocaron el corazón no solo para donar, para superar todas las metas de todos los teletones de todos los tiempos.
¿Se da cuenta de los mensajes que hay detrás de esto? México, unido, es capaz de todo. Este es un país de gente buena. Y Teletón nos une. ¿Así o más fuerte? ¿Así o más contundente?
Urge una reflexión profunda sobre el fenómeno que acabamos de vivir, porque en ese evento están las claves que nos pueden ayudar a salir adelante.
Claves que van desde el más profundo y sincero amor hasta la más clara y honesta vocación de servicio pasando por una credibilidad a prueba de pandemias y un tono heroico que debemos celebrar.
Teletón 2020 fue el Teletón de los valientes, de los que no se dejan, de los orgullosamente tercos. Fue el teletón donde lo que nos movió fueron los niños con discapacidad, los niños con cáncer, donde lo que nos movió fue México.
Atrás de estos conceptos están todas nuestras heridas, todos nuestros valores, todas nuestras luchas. Nunca habíamos estados tan mal, repito, pero somos orgullosamente tercos, orgullosamente mexicanos.
¡Gracias, México! ¡Gracias, Teletón! Aprendamos y hagamos que sea lo que sea que pasó aquí, pase siempre en nuestros corazones. ¡Felicidades!
alvaro.cueva@FGTelevision.com