Tiempos políticos, escenas recurrentes


Pese a todo lo que se diga, pese a la contingencia sanitaria, al divisionismo interno en el PRI, en el PAN y hasta en Morena, este año los partidos van mucho más adelantados en la selección de precandidatos a la gubernatura, a diferencia de hace 12 y hace seis años.

En diciembre de 2008, hace justo 12 años, aún no había humo blanco en la sede del PRI y sería hasta el 4 de febrero de 2009 cuando se definiría la precandidatura de unidad de Rodrigo Medina.

Por el contrario, en este 2020, Adrián de la Garza fue declarado precandidato único exactamente dos meses antes, el 4 de diciembre y ya anda en precampaña por todos los municipios del estado, aunque para muchos priistas hubo un déja vu: Cristina Díaz otra vez como aspirante, igual que en 2008-2009 con Rodrigo Medina.

Lo interesante es que Abel Guerra esta vez no busca, como hace 12 años, ser también el candidato del tricolor y aunque sigue militando en ese partido, esta vez sus veladoras están puestas en la mujer de su vida: Clara Luz Flores Carrales, quien irá por Morena, aunque algunos piensen que su marido le heredará la maldición de sus dos derrotas al hilo para la alcaldía de Monterrey en 2006 y 2009.

Por el lado del PAN también hay déja vu, con el extraño retorno de Fernando Larrazabal, de quien muchos militantes piensan que se la deben desde 2009, aunque para efectos prácticos, parece ser hoy el único panista que unirá a todos los sectores del albiazul.

Larrazabal va en caballo de hacienda, a diferencia de 2009, cuando peleó la candidatura a contracorriente y perdió por el dedazo o más bien manotazo del entonces presidente Felipe Calderón, quien le pidió bajarse para que llegara Fernando Elizondo.

En el caso de Movimiento Ciudadano, en el nombre lleva la penitencia, pues ha ido de un extremo a otro del espectro político: desde alianzas con la izquierda, hasta su actual cercanía con lo más conservador del panismo y aunque sus precandidatos sean jóvenes, tienen cadáveres en el clóset como Dante Delgado y el mismo Fernando Elizondo, otro déja vu.

Lo único nuevo es que, si Larrazabal llega a ser candidato, será el más viejo de todos, con 58 años de edad y si gana, llegaría al cargo con 59 cumplidos. 

javier.sepulveda@FGTelevision.com

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