Todos para uno…


Cada elección es diferente, no solo las reglas, los candidatos y los discursos. Cada proceso electoral, éste se ve marcado por el entorno, sus propias crisis, retos y controversias.

Si hablamos de lo vivido hace 6 años, tendríamos que mencionar el hartazgo, la polarización y las campañas de desprestigio como elementos que la marcaron y abrieron la puerta al triunfo de la naciente opción independiente.

Si hablamos del presente, hay una innegable característica que sin dificultad se encuentra en los discursos de todos los partidos: esta vez se trata de derrotar al gobierno de López Obrador en las urnas el 6 de junio.

Basta conversar unos minutos con los partidos en Nuevo León para detectar que en los planes, sea quien sea el candidato, está llevar como bandera una eventual salida del pacto fiscal.

Tuve la oportunidad de recibir en un par de mesas de debate a los dirigentes de PAN, Movimiento Ciudadano, PRI y Morena, en estos días. En las participaciones de los primeros tres abundaba la crítica directa al Presidente por no voltear a Nuevo León en obras y recursos, por el retiro de subsidios y apoyos a grupos vulnerables.

Sostienen sus dirigentes, que es trascendente cambiar de una vez por todas la fórmula fiscal para dar un trato “más justo” a los que más producen, y que estados como el nuestro no lleven sobre sus hombros a los que menos generan.

Es predecible, puesto que el próximo gobernador se sentará en un “barril de pólvora”, por el magro presupuesto para el estado y el gasto excesivo de recursos estatales ante la pandemia.

El problema radica en que al repreguntar, ¿qué hay que mejorar o de plano cambiar? ¿Qué ha hecho mal el gobierno saliente? PAN, PRI y Movimiento Ciudadano vuelven a machacar con la Federación y no puntualizan sobre nuestra entidad y las tareas que deberá tener el nuevo mandatario o mandataria.

Habrá que esperar al nombramiento de sus abanderados, a ver si ellos sí sueltan más el discurso, a ver si van más allá de la simple lucha contra el Presidente.

A esperar las campañas, que ojalá sean de buenas ideas, no de descalificaciones o guerra sucia, de esa que no ayuda, solo genera desconfianza y descontento. Le contaremos. 



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