Cual si fuera la serpiente del desierto descrita en el pasaje bíblico, la vacuna contra el coronavirus se convertirá, sin duda, en el producto más deseado, pues a diferencia de lo ocurrido con la influenza para la que sí hay un tratamiento, en este caso no hay al menos uno estandarizado y por ello la vacunación se convierte para muchos en un tema de vida o muerte con riesgos enormes de no tener un control cabal de la distribución del biológico.
Por un lado está primero la disponibilidad de dosis, México cerró esta semana un contrato con Pfizer para comprar 34 millones 400 mil dosis, que inmunizarán a 17 millones de personas, pero menos de 250 mil inyecciones estarán disponibles para el mes de diciembre, según reconoció el gobierno federal.
Por otro lado, el hecho que el Ejército se convierta en el guardián de esta apreciada mercancía tiene la lógica de evitar que, por ejemplo, criminales la roben para obtener ganancias millonarias con venta clandestina del producto, y por qué no, falsificar también el producto, provocando muertes a costa de ganancias que pudieran ser millonarias.
Según lo dicho por las autoridades sanitarias del país el plan de vacunación se daría a conocer la próxima semana y aquí hay otro asunto, los primeros en recibir la vacuna no estarían en la población general sino en los encargados de trabajar para el sector salud, lo cual tiene lógica, la misma lógica indicaría que los siguientes en ser vacunados sería la población económicamente activa en especial aquellos con comorbilidades, recordemos que las más comunes en México son la hipertensión y la diabetes.
Y si quiere otro factor más que complica las cosas es que el producto fabricado por Pfizer requiere dos aplicaciones, la primera dosis para inocular y la segunda para reforzar con lo que serán poco más de 150 mil trabajadores de la salud los primeros en recibir la vacuna. Sume además los problemas que se han desatado para la distribución y producción de la vacuna que de pasar a 100 millones se producirán solo 50 millones debido a problemas en la cadena de suministro.
Para remate aún no se ha aprobado para venta y distribución, aunque se espera que Estados Unidos podría autorizar la comercialización el próximo 10 de diciembre. En México según lo dado a conocer, la aprobación sería pocos días después. Mientras tanto solo queda cuidarnos y mantener las medidas sanitarias correspondientes para evitar contagios.
miguel.puertolas@FGTelevision.com