En el mundo de la música se respetan jerarquías y el rock mexicano no es la excepción, es por ello que resulta más que significativo que un guitarrista del abolengo de Alex Otaola le haya pasado la estafeta para ocupar su lugar en San Pascualito Rey a un perseverante músico nacido en Michoacán, y que llegara a la capital del país dispuesto a no claudicar hasta hacerse de un sitio. Vicente tuvo que ejercer de librero, mesero y posteriormente periodista, mientras arrancaba con Capo, una banda insertada en el indie rock. Años después y ya con la experiencia de militar en un proyecto tan consolidado como la banda comandada por Pascual Reyes, era natural que preparara material como solista. Así es como llega “Montañas de agua” (este 27 disponible en las plataformas), un sencillo que antecede la llegada de Petricor -como se llamará el álbum completo; se trata de una canción que tira por delante el frenesí que despide su guitarra y da cuenta de esa retroalimentación espiritual que le obtiene de la naturaleza. Jáuregui aglutina el poder de la psicodelia al estilo The Mars Volta y especialmente de Omar Rodríguez López con elemento de un folk mutante que nos hace pensar en un Devendra Banhart turbocargado y anfetamínico. Al tiempo que se nutre de un imaginario fantástico que proviene del realismo mágico -hace bien en influirse de literatura-. Hacen falta este tipo de registros en el panorama nacional -a veces tan renuente a correr riesgos-. Para completar el sonido de un proyecto que reúne misticismo y poder guitarrero se hizo acompañar en este tema de Jorge Aguilar (Technicolor Fabrics) en la batería y Giancarlo Bonfanti (San Pascualito Rey) en los sintetizadores. La escena nacional deberá escuchar con atención el arte nómada y fantasista de un músico en plena alza.
circozonico@hotmail.com