El trabajo que inicia antes de que aparezca el primer rayo de sol y que culmina ya en el tiempo de la tarde-noche; así es la vida del comerciante. Así creció Mireya, representante de la tercera generación de una familia que trabaja en el mercado de La Merced.
La dueña de un negocio de comida corrida en el complejo ha padecido, como muchos otros comerciantes, los estragos de una pandemia que ha dejado a su paso más de un millón de muertes en el mundo y de forma paralela la peor crisis económica global de la historia.
“Las ventas han caído de 60 a 70 por ciento aproximadamente. Nosotros traemos arrastrando todo lo del incendio; primero se nos quema todo y apenas se estaba recuperando cuando vino la pandemia, después del cierre del metro. Entre una y otra cosa no nos hemos podido recuperar. Sabemos que en todo el país, todos estamos pasando esta crisis, pero a nosotros nos ha llovido sobre mojado”, dijo en entrevista con MILENIO.
Seis personas dependen directamente del trabajo de Mireya Ochoa; quien ante las bajas ventas tuvo que despedir a uno de sus dos ayudantes.
“Si tú vienes a las 5 o 6 de la mañana ya ves actividad aquí. No lo puedes dejar; desgraciadamente la pandemia se llevó a algunos de nuestros compañeros, nos afectó a otros, pero aún así tratamos de seguir porque amamos nuestro mercado. Hay varios compañeros que dejaron sus locales, precisamente porque ya no sacaban sueldos de sus empleados; es un poco pesado pagar por ejemplo en mi caso, gas, invertir, surtir a diario. Hay varios compañeros que tuvieron que dejar esto; hay otros que tuvieron que cambiar un poco de giro”, aseveró.
El coronavirus fue el segundo golpe fuerte que recibió el mercado de La Merced en menos de un año. El pasado 24 de diciembre de 2019, un fuerte incendio dejó a los locatarios de la nave mayor, desde la puerta 10 a la 27, sin sus espacios ni mercancías, por lo que ahora, sumando los estragos de la pandemia, al menos el 60 por ciento de los locales tuvieron que permanecer cerrados durante meses.
Edgar Álvarez, presidente del Frente de Comerciantes y Colaboradores del Servicio Público de Mercados de México A. C., aseguró que de aquellos que tuvieron que mantener cerrados sus comercios, al menos el 10 por ciento no volverán a abrir sus puestos ante la pérdida de ingresos y la falta de apoyos por parte del gobierno capitalino y federal.
“Hay mucha gente que está padeciendo este problema y se agravó por la pandemia, pero a pesar de que los mercados deberían tener un sistema de salud permanente, tanto para los comerciantes como para los usuarios, no lo hay en ningún Mercado. Le hemos estado pidiendo al gobierno federal y al de CdMx que restituya ese servicio y de ahí poder tener un esquema y protocolos correctos como en esta pandemia, porque si no tenemos médicos cómo vamos a saber qué está pasando y solo estamos especulando con gel y cubrebocas”, indicó.
En el caso del Mercado del Parque, ubicado en Congreso de la Unión, en la Alcaldía Venustiano Carranza, la pandemia derivó en que la entrega y reasignación de locales, luego de una remodelación, se volviera lenta, en más de un año de la obra, aún está pendiente la entrega de 13 locales de los que los comerciantes no han recibido fecha.
Esmeralda García, propietaria del local 18 y quien se dedica a la venta de ropa y zapatos aseguró que esta emergencia sanitaria, aunada al polvo que dejó la construcción, dejó a los locatarios sin clientes.
“Los locatarios del Mercado del Parque llevamos un año de obra, más estos seis meses que han afectado a nuestra economía y a las familias que dependen de nosotros”.
La Asociación Latinoamericana de Micros, Pequeños y Medianos Empresarios (Alampyme) estima que al cierre de agosto han cerrado definitivamente 320 mil Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), con pérdidas por más de 150 mil millones de pesos.
En tanto, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) señaló que a junio cerraron 150 mil pequeños negocios en el país, producto de la pandemia.
“Estamos considerando que para el cierre de este año aproximadamente más de medio millón de Mipymes pueden cerrar sus cortinas y no retornar, para el próximo todo va a depender de cómo se estimule la proyección macroeconómica y por ende la proyección de reactivación interna del país. Pero lo vemos complicado, nos podemos ir por lo menos de 250 mil a 300 mil mdp”, dijo en entrevista Alejandro Salcedo, presidente de la Alampyme.
Destacó que el sector que más ha resultado afectado por la pandemia ha sido el de servicios (entre 52 y 53 por ciento de los cierres), donde destacan los casos de fondas, restaurantes, cafeterías, entre otros; seguido de el comercio, con negocios como papelerías y tlapalerías; y finalmente, el de industria.
“Algunas tienen deudas por el gasto de operación y rentas y en algunas como el tema industrial, tienen deudas con proveedores en la compra de materias primas”, dijo Salcedo.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estima que producto de la crisis económica generada por la pandemia, podrían cerrar en México alrededor de 500 mil negocios formales.
“El motivo principal de los cierres fue la caída de las ventas; prácticamente la sociedad paró, al no haber movimiento los comercios no encontraban clientes y no podían concretar ventas; el segundo, fue el cobro de las rentas e los locales, se les acumularon las rentas y no pudieron pagarlas; el tercero fue el de la energía eléctrica, ya que el recibo de la luz es uno de los pagos que se estabiliza más a los pequeños negocios porque es de los más encarecidos”, afirmó Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Anpec.
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