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En 1989, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Puebla (ISSSTEP) puso en marcha el programa de trasplantes de riñón, siendo el más reciente en febrero del presente año.
En el marco del Día Mundial de la Donación de Órganos, Tejidos y Trasplantes, una celebración que tiene como propósito incentivar en todas las personas el querer ser donantes y así salvar la vida de otras personas menos afortunadas en lo que respecta a la salud física, y que se conmemora el 14 de octubre de cada año, el doctor Amaury Alejandro Trejo Rivas, cirujano de trasplantes en el ISSSTEP, resaltó que en éste se cubren trasplantes renales, de medula ósea y córnea.
“Hablando de córneas, riñón y médula ósea debemos de llevar más de 500 trasplantes”.
El facultativo explicó que por la contingencia sanitaria el programa se detuvo, “pero a nivel mundial, pero en muchas partes del mundo se está reiniciando y en el ISSSTEP ya reiniciamos con trasplante de córnea”.
Aclaró que la gente sigue teniendo la intención de donar y que el receso fue obligado por la pandemia.
Pese a lo anterior, señaló la importancia de fomentar la cultura de donación de órganos y tejidos, pues en México existe una tasa de 3.5 donantes por cada millón de habitantes.
“Baja comparada con el país que más donación tiene, el número uno a nivel mundial, que es España, que tiene aproximadamente una tasa de 45 a 46 donantes por millón de habitantes”.
Expresó que este bajo número se debe a varios factores y no precisamente a la carencia de propagación
“porque todos los días hay difusión cuando se conmemoran los días de donación, días de trasplantes a nivel nacional, a nivel mundial y aparte campañas extras que hay para la donación. Hay difusión por todos lados, sin embargo, hay otros factores como la cultura de nosotros los mexicanos que todavía no nos deja para tener un mayor número de donaciones y de trasplantes”.
Lamentó que también influya la legislación, “donde ya se está trabajando para que más personas donen como en otros países”.
Acotó que en España las leyes establecen que las personas que radican ahí sean donantes, “de entrada, en caso de muerte”.
Por su parte, el doctor Adrián Morales Maravilla, hematólogo responsable del programa de trasplantes de célula progenitoras hematopoyéticas, el cual cumple su segunda etapa en el Instituto, informó que cumplen un promedio de diez trasplantes por año, “sumamos un promedio de 100 en los últimos diez años”.
Para él, en México “falta muchísima consciencia” para cubrir la demanda de donaciones.
Explicó que las donaciones inician con la donación altruista de sangre,
“esto es que alguien vaya a donar de forma desinteresada para una persona que no conoce y no donarla cuando un familiar o amigo tiene la necesidad. Ese es el primer paso que en México no tenemos la cultura de la donación altruista de sangre y un órgano es todavía más complicado”.
En el caso de su programa, dio a conocer que atienden a más adultos que a infantes, esto porque la población de sus derechohabientes es predominantemente adulta.
“Sí hemos realizado trasplante de cordón umbilical para pacientes pediátricos, pero lo que hacemos es trasplante de donador relacionado o trasplante autónomo porque en México tampoco existe una disposición tan amplia de bancos de célula madre”.
Añadió que en el caso del ISSSTEP tienen un convenio con el Banco de Sangre del Hospital La Raza para la atención de trasplante de cordón umbilical.
Asimismo, hizo un llamado a la población para hacer donaciones altruista de sangre porque por la contingencia las personas sanas que pudieran donar sangre no quieren acercarse al hospital por miedo al contagio,
“pero los bancos de sangre están en lugares separados de las unidades covid y se requiere para los pacientes, no solo los oncohematológicos sino los críticos que requieren transfusiones y tenemos muchos problemas para poder apoyarlos”.
Mencionó que por la contingencia está volviendo a repuntar la demanda de donadores de sangre.
“Un paciente puede requerir dos o tres unidades por internamiento y si multiplicamos por un número somero de pacientes 20 a 30 pacientes en el área covid estamos entre las 90 y 100 unidades”.
En tanto, la doctora Martha Paulina González Núñez, adscrita al servicio de oftamología y encargada de los trasplantes de córnea, presumió que en lo que va del 2020 contabilizan tres trasplantes, siendo el más reciente el pasado 8 de octubre en beneficio de un masculino de 64 años de edad con diagnóstico de queratopatía bullosa en ojo derecho.
Señaló que es el primer programa que se reactiva en el Instituto tras la pausa impuesta por la propagación del Sars CoV-2.
Mencionó que afortunadamente son pocos los pacientes en lista de espera: tres, pese a lo cual el ISSSTEP realiza cirugías prioritarias de alta especialidad considerando medidas hospitalarias adicionales, para mitigar propagación de covid-19 tanto en pacientes como en el personal médico y enfermería de quirófanos.
Aunque recordó que su programa se basa en la donación cadavérica, reprochó que exista un bajo número de personas que “no están de acuerdo con el trasplante y no autorizan que se les tomen órganos para trasplantar y, pues ni modo, los órganos se echan a perder junto con el cadáver”.
Finalmente, dijo que falta consciencia y publicidad para que “podamos hacer consciencia en la gente y la oportunidad de salvar a alguien que está en malas condiciones y que solamente con la ayuda de un órgano puede estar en mejoras. Obviamente nadie sabe cuándo vamos a morir, pero si llega ese momento tener consciencia que podemos ser partícipes de una donación a una persona que puede vivir más tiempo”.
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