Ciudad de México /
Raúl Pérez, comentarista de TUDN, recordó sus inicios como narrador de futbol en televisión, los cuales comenzaron en la Copa del Mundo Estados Unidos 1994, momento en el que vino a su memoria una de las personas más importantes en su vida y que lo motivaron a amar este deporte, su padre.
Su papá era fiel amante del futbol, quien a pesar de no jugar profesionalmente fue parte de un equipo con historia, el Necaxa; sin embargo más adelante se dedicó a su trabajo en la compañía de luz y se alejó de las canchas.
«El amor al futbol, esto del futbol también fue motivado por él, porque a él le encantaba y también jugó, jugó en aquel equipo de Necaxa, no (el club) que fundaron, sino el que después regresó al profesionalismo con los electricistas, aunque él no jugó profesional, pero jugó cuando trataron de regresarlo cuando inició la Segunda División, obtuvo su trabajo y dejó de jugar a ese nivel y se siguió a ese trabajo», comentó el narrador para Javier Alarcón en su canal de YouTube.
Uno de los sueños del comentarista hubiera sido que su padre pudiera verlo en su primera narración por televisión, la cual no pudo suceder, ya que en 1992 falleció a los 64 años a causa de una meningitis, y en ese entonces, Pérez solo trabajaba para la radio.
«Él murió en el 92, vio mi desarrollo, yo en el 92 yo todavía no hacía televisión, narraba solamente en radio, hasta ahí me vio».
Tras llegar a ese punto de su vida, Raúl Pérez rememoró una historia del día que se le dio la oportunidad de ir a su primera Copa del Mundo y narrar en televisión, una fecha que no olvidará, pues al pensar en su padre no pudo contener sus emociones y comenzó a llorar.
«Tengo una anécdota del Mundial 94, en Estados Unidos, fue mi primer Mundial, de hecho fue la primera vez que yo transmití o narré un partido en televisión; entonces llego al Cotton Bowl de Texas, llego con Roberto Guerrero – que era mi pareja, al que admiro y quiero tanto también – veo las posiciones de los comentaristas, me quedo de pie pensando en mi papá que ya no está, tenía dos años que había fallecido y se me empiezan a salir las lágrimas y me ve Roberto y me dice ‘oye, mi Zorra, ¿qué te pasa, por qué estás llorando?’, le digo ‘es que me acordé de mi papá y me hubiera gustado que me oyera y me viera que estoy en un Mundial'», por lo que su colega le respondió «¡ay, Zorra no seas pen… tonto! Tu papá está contigo y te está viendo donde quiera que este».
Luego de su comentario, Roberto Guerrero «me da un gran abrazo, lloro, suelto la lágrima con él, pero a seguirle».
Raúl Perez siempre llevará esta gran anécdota en su corazón, pues le hubiera gustado que su padre presenciara un Mundial como aficionado, pero el destino estaba prescrito de otra manera.
«Tengo mucho esa anécdota porque ya no me vio en televisión y ya no me vio en un Mundial, él nunca pudo ir a un Mundial como aficionado y me hubiera gustado llevarlo, pero pues ya no se prestó la vida para esto y así son las cosas».
A partir del minuto 25