Lorenzo Meyer habla sobre AMLO, los opositores y Morena

Lorenzo Meyer habla sobre AMLO, los opositores y Morena

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Lorenzo Meyer es historiador. Su revisión y critica puntual a la desigualdad social han marcado mucho de su labor académica. De ahí, quizá, el respeto que se le confiere y valora:

¿Cómo está?

Más o menos como puede estar alguien en la pandemia.

¿Ansiedad?

Ansiedad por el futuro inmediato.

Detengámonos, ¿qué entiende por dignidad?

Lo contrario de humillación.

¿Su dignidad está dotada de libertad y conciencia?

Sí, la dignidad cuesta.

¿Libertad en sus juicios?

Completamente, como académico y como escritor.

¿Valora su prestigio profesional?

El prestigio lo dan otros, yo no sé.

¿De ética intachable?

Quisiera pensar que sí.

¿De moral inquebrantable?

También quisiera pensar que sí. De vez en vez algo se quiebra, pero no mucho.

¿Lo que diga hoy lo sostendrá mañana?

Casi siempre.

¿Lo que dice hoy lo sostuvo ayer?

Sí, eso sí estoy seguro.

¿Libre?

Sí, en la medida en que se puede hablar de libertad, en particular libertad política.

Vayamos, ¿qué intelectual es usted frente al poder?

Bueno, yo era desde el principio crítico de un sistema: el sistema priista.

¿Y al poder se le cuestiona o se le solapa?

Se le cuestiona, pero cuando el poder se enfrenta a poderes mayores, entonces, se le apoya.

¿Siente que lo escuchan?

Eso me lo he preguntado muchas veces y me importa bastante poco.

¿Piensa que el Presidente lo escucha?

Lo conocí antes de ser Presidente. No lo he vuelto a ver desde que tomó posesión.

¿Alguna advertencia?

Quizá demasiado repetitivo contra quienes le critican. Les da demasiada importancia.

¿Así como estamos, así veía que se gobernaría?

No, me han sorprendido algunas cosas de la forma de gobernar. Yo nací en un sistema autoritario y no enteramente me acostumbro al nuevo sistema.

¿No es autoritario este?

No.

¿Algún error ha de tener ya?

Supongo que sí: me gustaría que tuviera un plan, un proyecto económico más claro.

¿Qué le queda de opositor?

Mucho. Soy opositor a la estructura social vigente.

¿Ha dejado la crítica por interés propio?

He dejado la crítica porque veo ahora que el poder se enfrenta a poderes mayores, mayúsculos, muy viejos, muy fuertes que resisten el cambio.

¿Por eso ha dejado de ser crítico?

Con el poder al alto nivel que es la Presidencia, pero no crítico de la estructura social en la que estoy metido.

¿Ha dejado la crítica por tener familiares en la nómina?

No, porque esos familiares ya son grandecitos. Uno de ellos me pidió que le hacía mal el apellido. Ni modo que me lo quite o se lo quite él.

¿Sabe usted los riesgos de la inacción?

Yo no soy un hombre de acción.

¿La ineficacia es corrupción?

Puede ser corrupción o puede ser estupidez.

¿La mentira es una forma de corrupción?

Sí, aunque Maquiavelo diría que si la mentira se emplea para un fin superior pudiera ser útil.

¿Usted miente?

Casi no, porque no lo necesito.

¿Le gusta que le mientan?

Estoy a veces pensando en si el prójimo me mintió, pero sobre todo confío en ellos.

Vuelvo, ¿sigue siendo un honor estar con Obrador?

Yo sí lo considero.

¿El mejor Presidente de todos los tiempos?

No sé si de todo los tiempos. A mí me parece, por ejemplo, Lázaro Cárdenas.

¿Nunca serán suficiente los FGTelevisions para engrandecer la obra de López Obrador?

No lo sé.

Por cierto, ¿el buen periodismo ha de ser la extensión del poder en turno?

El buen periodismo es el que saca los temas dentro de lo posible con objetividad. La objetividad no es posible, pero hay que intentarla.

¿Qué prensa requiere la Cuarta Transformación?

Una de esa naturaleza. Pero la prensa tiene dueños y los dueños tienen empresas y las empresas requieren ganancias.

¿A usted le han dicho qué escribir?

Nunca, pero sí me han dicho que me iban a quitar un párrafo o una referencia.

¿Le han dicho qué callar?

No, eso sí no.

¿Le han dicho “chayotero”?

Que yo sepa, no.

¿Le han llamado “inmundo”?

Que yo sepa tampoco, entre otras cosas porque no veo las redes sociales donde se dice brutalidad y media.

¿El Presidente le teme al conocimiento?

Que yo sepa no.

¿Le importa?

El conocimiento científico, el conocimiento de lo que ocurre en el país sí, sí le importa.

¿Qué temerá saber?

No lo sé.

¿Está informado?

Está más informado que usted y que yo.

¿No se engaña?

A veces supongo que todos nos engañamos, todos quisiéramos que las cosas fueran diferentes, pero por lo que veo es bastante realista.

¿No le engañan?

Creo que no, pero no lo sé.

¿El Presidente AMLO gobierna?

Sí. Si no gobernara no tendría esos adversarios.

Seamos serios, ¿en verdad se construye una nueva nación?

Se reconstruye un régimen, no una nación. No sé ni siquiera qué es una nación, nunca la he visto pasar por aquí.

¿Cuál es el sentido de esa reconstrucción?

El sentido es muy difícil, pero muy sencillo: hacer de México una sociedad menos brutal, menos injusta.

¿Hay salida?

Quisiera pensar que sí, pero no lo sé, hay fracasos, hay países que fracasan, hay estados que se pierden.

¿AMLO está fracasando?

Es muy temprano para decirlo.

¿Al final, AMLO se acerca más a Echeverría o a López Portillo?

A ninguno de los dos, confío.

Toda transformación aspira a la universalidad, ¿qué propone al mundo la 4T?

No estoy seguro de la afirmación. La Revolución Mexicana, por ejemplo, aspiró a un cambio pero no a que el mundo la siguiera.

¿Ante qué se revela entonces este movimiento?

Se revela ante una injusticia histórica, ante la desigualdad sistemática por siglos.

¿El guiño de AMLO a las iglesias es ilustrador?

En lo particular no me gusta.

¿Eterna gloria al PES?

Quisiera que no existiera.

¿No van por esos votos en la elección que viene?

Supongo que sí, si no sería aberración completa.

¿Violenta AMLO el Estado laico?

Violentarlo no, porque no está en apoyo directo a congregación, a ninguna iglesia.

¿Sí a los medios de comunicación para las iglesias?

No me gustaría.

¿Sí a las doctrinas religiosas en las aulas públicas?

La viví y no me gusta.

¿Además vienen por una nueva Constitución?

Eso va a estar muy difícil.

¿Qué país ve en 2021?

Un país por dos partes terriblemente complicado: por un lado el crimen organizado al que no se le ha podido detener, y otro, políticamente polarizado. La polarización es natural, no puede haber un cambio de régimen sin polarización.

¿En la división de partidos está el triunfo?

No, esa división va a ser inevitable, pero no es por ahí por donde va el triunfo.

¿Acabarán por unir a la oposición?

Si tuvieran un cierto sentido de la nacionalidad y realidad, la oposición debió haber estado unida desde la derecha desde 2018.

¿Y qué oposición se requiere?

La que no tenemos. Se requiere una oposición que entienda, que incluso estando en la derecha, es en su bien transformar el país.

Usted que sabe, ¿qué es Morena?

Si le dijera que no tengo la menor idea. No sé si es movimiento, partido. Es una fuerza que movilizó suficientes votos para llevar a Andrés Manuel a la Presidencia, pero no me parece todavía que tenga cara de partido.

¿Morena se deshace?

Es una posibilidad, pero de cuando acá, teniendo el gobierno, estando en el poder, se deshacen. Se deshacen cuando no tienen poder.

¿A qué están jugando entonces?

A algo muy desafortunado pero no sorprendente: a un juego interno de fuerzas, a ver quién pone qué candidatos, en qué estados, en qué posiciones. Son eso, son posiciones.

¿Es el apoyo que el Presidente requiere?

No.

¿Usted ya milita en Morena?

No.

¿Para cuándo?

¡Para nunca!

Insisto: ¿Porfirio o Mario?

Conozco a Porfirio, no a Mario. Pero Porfirio tiene la edad encima.

¿Quién debe quedarse?

Quizás sería alguien distinto a ellos dos.

En fin, ¿no le parece que se van imponiendo los jeremías tropicales a los mesías?

Las jeremiadas son esos que se nos viene el mundo encima, que se va a acabar el mundo. Sí, algunos de ellos parecen jeremías.

¿Pero no se está en ruinas la economía?

A lo mejor va por un camino que por ahora no es el adecuado, pero las ruinas, no veo.

¿En verdad AMLO está fortaleciendo al Estado?

El Estado que él heredó es un Estado absolutamente debilitado, corrupto y que en más de un área no servía para nada. El que tiene ahorita tampoco le sirve mucho.

¿En qué está profesionalizando este gobierno a las instituciones?

En su apego a la no corrupción.

¿Cuánto de priista nos queda dentro?

Si juzgo por mí, nada.

¿Ni al Presidente?

¿Qué puede tener de priista? Que fue del PRI, sí.

¿Y no es de priistas sentirse dueños del país?

No creo que se sienta dueño. A este país en realidad le falta dirección, no le sobra.

Sigamos serios, ¿el discurso de AMLO es violento?

No lo veo así, pero claro, en sus adversarios, el que les digan fifís les parece una violencia impresionante.

¿Polarizador?

No, no lo veo.

¿No ve revuelta en puerta?

Veo que hay un tercio por lo menos de la población que está absolutamente en contra del gobierno, no podía yo esperar otra cosa. Pero una revuelta implica violencia.

¿No la hay?

De parte del crimen organizado la hubo desde hace mucho tiempo.

¿Ve saqueos, linchamientos?

Saqueos no, linchamientos vienen de antes.

¿Qué nos advierte?

Que quizá deberíamos ser más inteligentes en nuestras reacciones inmediatas. Hay mucho de pasión y poco de razonamiento.

¿No hay pacto de impunidad con el crimen?

Eso, si lo hubiera, sería el final de la 4T.

¿Lo de Ovidio Guzmán no es la primera prueba de negociación?

Es una negociación porque si no hay negociación entonces ellos tenían la posibilidad de acabar con familiares de la zona militar de Culiacán. Lo que hay ahí es una falta de planeación de la operación.

En serio, ¿ya siente la 4T?

Sí, la voluntad de transformar, sí.

¿Eso lo mide en los niveles de violencia y criminalidad?

Los niveles de violencia vienen de atrás y se siguen manteniendo.

¿Siente la 4T en la militarización del país?

¿Tiene usted idea realmente de lo que es un sistema militarizado? La militarización, la última y primera que hubo en México fue Victoriano Huerta. Y no, no veo militarización. Veo sí el uso del Ejército, pero es muy distinto, la militarización es introducir el espíritu militar y de obediencia absoluta en toda la estructura gubernamental.

¿Y no la hay, no la observa?

¿Usted la observa? Yo no, pero a lo mejor estoy ciego.

¿Y qué siente de la ruptura con los gobiernos estatales?

Natural, estamos en un momento de polarización. Los gobiernos estatales necesitan mostrarse antagónicos y a veces en extremo para poder revivir sus bases, porque estaban bastante de capa caída.

¿Hacia dónde vamos?

Hacia el cambio, a un cambio a trompicones.

¿El Presidente no se está quedando solo?

Vuelvo a las encuestas y no.

¿Unidad con el Presidente?

Unidad en la medida en que uno considere que está tomando las decisiones adecuadas. Yo sí estoy en favor de un México menos injusto.

¿Estar en contra de AMLO es estar en contra de un México menos injusto?

Estar en contra de AMLO ahorita, como están las cosas, como la oposición no tiene proyecto, entonces es estar con la idea de que hay que volver al pasado.

Nos vamos, ¿hay esperanza?

Supongo que siempre debe haberla.

¿Y hay salida?

Hay. Nada fácil. Y nadie va a tener todo lo que quiere, ni la derecha ni la izquierda.

ledz



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