El dinero empieza a escasear y los recursos necesarios para que el gobierno federal pueda cumplir con todas sus metas deben de salir a costa de cualquier cosa, pues el entorno económico del año entrante para nada luce favorable, las expectativas hablan de un crecimiento de la economía poco probable y condiciones de venta de petróleo que podrían no cumplirse.
Hoy mientras distractores como el juicio a los ex presidentes, la rifa del avión, el robo de medicamentos oncológicos y demás, en la Cámara de Diputados se analiza la aprobación de reformas al Código Fiscal de la Federación que pretenden exprimir a toda costa a una base gravable limitada a un poco más del 48 por ciento de la población que se mantiene en la formalidad y que deja fuera al 52 por ciento que está en la informalidad sin incentivos para formalizarse.
Hay al menos 2 artículos clave que no debemos perder de vista, el artículo 33 que en su inciso i) da a conocer la facultad de Hacienda de determinar cuánto debe pagar un contribuyente de acuerdo al ingreso que el fisco considere que debe tener. Pero dónde está lo preocupante es en la intención que tiene para meter al corriente a quienes no lo estén en sus obligaciones fiscales.
El artículo 40 que pretende ser modificado a propuesta del gobierno federal quiere quitar el candado al aseguramiento directo de las cuentas bancarias de los contribuyentes, pero no solo de estos sino que agrega a responsables solidarios que pueden ser familiares o socios y terceros que podrían ser empleados o clientes.
Los depósitos bancarios están en la primera línea de embargo precautorio que incluye “componentes de ahorro o inversión asociados a seguros de vida que no formen parte de la prima que haya de erogar para el pago de dicho seguro, o cualquier otro depósito, componente, producto o instrumento de ahorro o inversión en moneda nacional o extranjera que se realicen en cualquier tipo de cuenta o contrato que tenga a su nombre el contribuyente en alguna de las entidades financieras o sociedades cooperativas de ahorro y préstamo” e incluye las aportaciones personales a los fondos de ahorro para el retiro.
Será interesante ver qué harán nuestros legisladores respecto al tema, de todos los partidos políticos, en una reforma que tiene tintes de terrorismo fiscal, está bien que se busque que todos cumplamos con nuestras obligaciones pero ¿por qué siempre a los mismos? en lugar de mejorar las condiciones para que más contribuyentes se sumen a la formalidad.
El panorama no es nada halagüeño pues resulta que con la afectación a la economía, la informalidad se irá a los cielos, mientras que los trancazos se repartirán entre menos personas.
miguel.puertolas@FGTelevisión.com